Guía para ser una genia del sexo


Ya lo sabemos: para que el sexo siga siendo atractivo hay que romper un par de reglas de vez en cuando. “Algunas parejas están muy cómodas con el tipo de intimidad que han conseguido, pero por lo general las novedades siempre llaman la atención”, confirma la psicóloga y sexóloga clínica Alcira Camillucci. Aunque, atención: cruzar esa frontera de lo conocido no necesariamente implica tener sexo en un helicóptero o hacerlo con el chico del delivery. La solución es mucho más accesible de lo que te imaginás. En realidad, se trata de esa “vueltita” que nos reconciliará con lo asombroso del erotismo. Para ser más exactas: se trata de siete vueltitas, ya que ése es el número de poses mágicas que vamos a enseñarte para que te conviertas en una genia del sexo... y seas capaz de hipnotizar a tu hombre sin tener que frotar una lámpara.

EL ANILLO DE FUEGO

A la hora de llegar al clímax (¿y quién de nosotras no lo desea?) las posiciones con la “chica arriba” son infalibles. Y esto se puso más interesante en el último tiempo, porque con la tecnología erótica de hoy en día pueden potenciarse todas las sensaciones. La mayoría de las marcas que venden chiches eróticos, así como también algunas empresas fabricantes de preservativos, comercializan los llamados “anillos vibradores”. Según Paola Kullok, instructora erótica y directora del Club PK, “los productos que venden las firmas de preservativos son los más suaves. También son los más fáciles de conseguir, porque se venden en las farmacias. Están bastante bien para comenzar; pero si lo que se busca es intensidad, traten de probar con esos anillos que tienen formas y texturas. En mi caso, recomiendo uno denominado ‘el torito’ o ‘el torero’; vienen con una especie de cuernitos, ideales para estimular el clítoris. Eso sí: no hay que olvidarse del gel lubricante, para evitar paspaduras”, aconseja. Tampoco te olvides de los nunca bien ponderados vibradores de dedo. Se colocan sobre el dedo índice o medio y, aplicados sobre el clítoris o la “puerta trasera” de tu chico, dan lugar a vivencias “sexsacionales”.

TACONES CERCANOS

El misionero es otra de nuestras favoritas de hoy y siempre... pero a esta pose también le buscamos un touch novedoso y ultrasexy. Lo único que vas a necesitar es tu par más alto de stilettos y ropa muy fácil de quitar, como un vestido al cuerpo o una falda. La idea es que después de pasearte por el cuarto con actitud perra, lo arrojés sobre la cama, te saques todo menos los zapatos y finalmente ruedes para ubicarlo sobre vos. Cuando él avance, deslizá suavemente la punta del taco de tus stilettos por la parte baja de sus muslos, para que se acostumbre a esta sensación. Después, cuando los movimientos de él ya sean más profundos, clavá delicadamente tus talones en su cola con cada empujón. Eso no sólo le incorporará una interesante vueltita sado maso a toda la cuestión; además, hará que él se mantenga atento y considerado... porque cualquier toque mecánico o aburrido puede ser “cobrado” por un tacón justiciero. “Los tacos altos juegan un rol importantísimo en casi todas las fantasías masculinas. Los de punta y taco finos −de al menos dos centímetros por encima de lo que usás habitualmente−, en Estados Unidos son conocidos como los zapatos ‘Vení y tomame’ o ‘Fuck me shoes’. Y por algo es”, revela Kullok. “¿Mi Cosmo sugerencia? Que la que no sepa caminar con esta clase de zapatos directamente avance en cuatro patas y con el pelo suelto. Con los sitlettos puestos, claro”, comenta.

NEBLINA ULTRASEXY

El baño es por definición uno de los mejores lugares para ponerse hot. Entre sus infinitas variantes, ninguna iguala en ventajas y sensualidad al baño de vapor. Y esto no es pura casualidad: los especialistas coinciden en señalar que tiene efectos relajantes tanto en tu cuerpo como en tu mente. Además, sus nubes son aliadas estratégicas para las que se hacen rollo con sus rollos, a la vez que el calor del ambiente aumenta el flujo sanguíneo en todo el cuerpo... y especialmente en la zona genital que está siendo estimulada. Entonces: ¡a sacarle provecho! Primero, poné el calefón a la máxima potencia y luego abrí las canillas de la bañadera y del lavamanos. El agua tiene que correr por al menos 15 minutos para que el “efecto Londres” resulte perfecto. Después, dejá abierta sólo la canilla del lavamanos, acomodá una toalla seca en el piso de la bañera, apoyate contra la pared e invitalo a pasar. El calor ambiente le pondrá a la movida un toque tropical, resbaladizo... ¡y muy pero muy delicioso!

LOS GEMELOS FANTÁSTICOS

La “jineta invertida” (vos sobre él, mirando hacia sus pies) es sin duda una versión mejorada de la pose “chica arriba”. Pero aunque no lo creas, tenemos una variante mucho más sexy para proponerte, que convierte a sus gemelos en el centro de toda la atención. Consiste en lo siguiente: una vez que estés bien colocada encima de tu chico, poné una mano sobre la cama para no perder el equilibrio mientras que con la otra te ocupás de sus joyas. “Esa zona siempre fue muy descuidada pero es un área de enorme riqueza erótica y, como la cola, merece ser acariciada. La intensidad de los toques depende del gusto de cada uno”, precisa Camillucci.

Esta pose tiene una naturaleza doblemente estimulante: por un lado le permite a tu hombre ver tu cola subiendo y bajando y, por el otro, lo deja disfrutar de esos masajes y mimos súper excitantes. Los fuegos artificiales están asegurados.

EL ARCO DE CUPIDO

Hacer el amor sentada en la falda de tu chico puede ser mimoso e íntimo... ¡o endiabladamente hot! Acá te contamos por dónde pasa la diferencia. Pedile que se siente en el suelo al estilo indio y después ubicate en su regazo. A continuación, tirate un poco hacia atrás y apoyá una de tus palmas sobre el piso y otra en su cintura (para no caerte). Después, manos a la o acercá tu pelvis hacia él y atraé su miembro, al tiempo que los torsos se mantienen distantes. De ese modo, durante la penetración, en lugar de subir y bajar por el tronco de su pene, lo que vas a estar haciendo es algo mucho más horizontal... y XXX. Este ir y venir, similar al de una flecha al dispararse, estimula las paredes vaginales y genera sensaciones ultrahot.

LA VUELTA ERÓTICA

Aclaración: no es que esta nota sea una oda al misionero, pero la verdad es que se trata de una pose tan rendidora y relajada que realmente merece ser tenida muy en cuenta. “No olvidemos que todas aquellas posturas que ofrezcan estimulación clitórica intensa y continua son las que aseguran el orgasmo femenino”, precisa Camillucci. Nuestra propuesta: echate de espaldas sobre el colchón, con las piernas recogidas sobre el pecho y los pies en el aire. Después, cuando él haya entrado en acción, elevá tus piernas juntas, muy por encima de vos. ¿Listo? Ahí va el truco: lentamente, girá tu cuerpo hasta quedar prácticamente de costado sobre la cama. Esta pose se siente súper salvaje porque se parece más a una llave de lucha libre que a una postura amorosa, lo que crea una tensión encantadora... tanto por dentro como por fuera. Pensá que, desde ese ángulo, él tendrá un acceso privilegiado a tu Punto G, además de poder frotar como nunca antes las paredes de tu vagina con su tesorito. Por otra parte, tus piernas casi pegadas hacen que aumente la fricción sobre el clítoris, que ahora está mucho más a mano que durante un misionero estándar. ¿A que no te imaginabas que con una simple vueltita podías lograr tanto?

TOCO Y ME VOY

Hacerlo de parados y contra la pared: ¡pasión de multitudes! Esto tiene sus motivos: ¿hay mejor manera de expresarle a alguien lo mucho que te gusta que esto de no poder esperar a remolcarlo hasta la cama? Nuestro sentido homenaje entonces a este Eros vertical... y también una vueltita de tuerca para lograr con esta pose algo todavía más intenso. ¿Cómo? Sumando a todo el asunto un poco de exhibicionismo y adrenalina. Para eso, ubicate con tu chico (él, de cara a vos) cerca de una ventana contra la pared. Si el ventanal es muy grande y no querés lío con el consorcio ni estar dando un espectáculo al resto del vecindario, corré las cortinas. Después, levantá una de tus piernas (que él va a rodear con su brazo para asegurar la posición) y doblá ligeramente la otra mientras él avanza y avanza... hasta ponerte a delirar como nunca antes. Es que la pierna en alto estrecha el canal vaginal y expone mucho más el clítoris a sus topetazos. ¿No te da para tanto carnaval porque tenés miedo de escandalizar a la del 5 “C”? Entonces optá por la picante opción que plantea Kullok: “Parate frente a un espejo de cuerpo entero, apoyá el torso y las manos y dejá que él te penetre por detrás. De ese modo, él va a ser un testigo privilegiado sin que te persigas tanto”. ¿Qué esperás para probarla?